PARA NOSOTRAS(OS) SIEMPRE ES 26…

Por Gilberto (El Tito) Piñeda Bañuelos

Hace dos años tenía un mes que había iniciado la guerra contra el cáncer de próstata y escribí una carta personal a unas mujeres que lucharon en las década de 1970 y 1980 por la igualdad, por el respeto al derecho de las mujeres y construyeron por primera vez en la historia local un sindicato independiente. con quienes me reuní en el Centro Cultural Ricardo Flores Magón. Era el 44 aniversario de la huelga del 26 de julio de 1974.

El 26 de julio de 2018 conmemorando el 44 aniversario de la huelga de Ardemi.

Ahora repito las mismas palabras, justo en el momento que estoy de salida en la guerra contra el cáncer que parece ya la estoy ganando.

Hoy es 26 de julio, éste mismo día de hace 46 años un grupo de jóvenes obreras estallaron una huelga en una maquiladora textil que se llamaba ARDEMI DE LA PAZ; la planta maquiladora se encontraba fuera de la ciudad por la carretera al Norte en una nave industrial que ahora es un almacén de mayoreo (en 1974 esta parte estaba completamente despoblada).

La huelga fue conducida por dirigentes sindicales de la Confederación de Trabajadores de México, la CTM, quienes habían constituido el Sindicato de Trabajadores de ARDEMI con 36 de las 50 trabajadoras de la maquiladora para exigir a los patrones la firma de un contrato colectivo de trabajo, aumento de salario, transportación a la planta y ventilación en el interior de la fuente de trabajo.

Como la huelga fue en julio, parece ser que algunos jóvenes de la Asociación de Estudiantes Sudcaliforniano en México (AESM) concretamente de la Casa del Estudiante que estaban de vacaciones hicieron contacto con ellas para apoyarlas, sin que lograran influir en el plan de acción de la huelga por el férreo control que todavía tenían los dirigentes sindicales de la CTM.

Corría la segunda mitad del año de 1974 y todo ese semestre se mantuvieron en huelga en la planta maquiladora; los estudiantes sudcalifornianos que habían entrado en contacto con ellas regresaron a México a continuar sus estudios para retornar a La Paz en las vacaciones de diciembre de ese año cuando las obreras ya tenían 5 meses en Huelga.

¿Qué pasaba en ese tiempo?:

Yo tendría tres años de haber salido de la carrera de Arquitectura de Guanajuato y en 1971 había entrado a trabajar como profesor de dibujo constructivo de la preparatoria Morelos; al año siguiente, en 1972, recién estrenado el primer Ayuntamiento de La Paz, me enteré por estudiantes de la AESM que había estallado un conflicto en un lugar muy especial de la colonia El Esterito, que se conocía como la Colonia Colina del Sol. Las familias de pescadores que habitaban en la ribera de lo que fue el viejo estero del lugar se enfrentaron a la policía y el ejército ante un intento de desalojo y destrucción de sus viviendas; los colonos, en su mayoría mujeres, entre ellas doña Teco, defendieron su territorio apoyados por jóvenes de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en México; pero gracias a la entereza de los vecinos y vecinas, y el apoyo de los estudiantes, finalmente los propietarios de los terrenos, los gobiernos municipal y territorial no pudieron desalojar a las familias de pescadores, no solo no los desalojaron, sino que el gobierno se vio obligado a regularizar los lotes y construirles un pie de casa a cada familia; y como yo era recién egresado de la carrera de Arquitectura, los jóvenes de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en México, no recuerdo quienes, me acercaron a las familias de la Colina del Sol para formar parte de ellas en el proceso de regularización de los predios, fue ese el momento clave para que por primera vez me incorporara de lleno a la lucha social, sin descuidar por supuesto mi trabajo como profesionista, yo tendría en ese entonces 23 años; fue en esta época que al calor de la lucha por la defensa del territorio se formó en la Colonia Colina del Sol el Comité de Defensa Popular que fue el soporte de la colonia y otros sectores sociales durante varios años.

Puedo decir que Influenciados por esta lucha popular, en 1973 junto con algunos estudiantes y colonos, formamos un primer colectivo que sería la semilla de la izquierda sudcaliforniana y de muchas luchas sociales independentistas posteriores, que se llamó Grupo de Acción Popular (GAP); en este mismo año, el gobierno del Territorio decidió desaparecer la preparatoria Morelos y formar en su lugar un bachillerato tecnológico. Unos cuantos profesores, entre los que me cuento y la mayoría de estudiantes y padres de familia, decidimos luchar por la defensa de la histórica preparatoria Morelos, aunque la comunidad preparatoriana se dividió y se formó el bachillerato tecnológico, se logró defender a la preparatoria Morelos y fue el momento de incorporarse a la Universidad Nacional Autónoma de México como Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH Morelos) precisamente en 1974,y como el plan de estudios cambió, deje de impartir la clase de dibujo constructivo para impartir las materias de Taller de Expresión Gráfica y Diseño Ambiental; así que estuve trabajado de tiempo parcial en la Prepa desde 1971 hasta 2013 cuando me retiré.

Me viene a la memoria que a finales de 1974 el compañero Juan Luis Rojas y yo asistimos como invitados al Congreso Nacional del Grupo Comunista Internacionalista (GCI) que era el grupo en México simpatizante de la Cuarta Internacional que había fundado León Trotsky en 1936, al que nos incorporamos posteriormente como GAP; al mismo tiempo, para diciembre de ese año, las compañeras de ARDEMI tenían 5 meses en huelga y aunque la huelga había sido abandonada por la CTM, no estaban solas, les acompañaban los jóvenes activistas de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en México y quienes en esa época habíamos terminado nuestras carreras universitarias; el Grupo de Acción Popular, algunos jóvenes y profesores activistas de la preparatoria Morelos y por supuesto el Comité de Defensa Popular de la Colonia Colina del Sol. Rodeada de esta solidaridad, después de una serie de maniobras que quiso hacer de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para no adjudicar los bienes, la huelga triunfó: la CTM quedó fuera, los patrones huyeron y se adjudicó toda la maquinaria a las trabajadoras que habían estallado la huelga.

Para el 2 de enero de 1975, las trabajadoras eran propietarias de la maquinaria y debían de tomar una decisión de lo que tenían que hacer con ella; no recuerdo bien, pero parece que hubo consenso entre ellas de que no las venderían a particulares y pusieron a consideración de la asamblea dos alternativas: o formaba una sociedad cooperativa que implicaba desaparecer su sindicato y su contrato colectivo por el que lucharon en la huelga, o le planteaban al gobierno que comprara la maquinaria y formara una empresa paraestatal donde podían formar un sindicato independiente y tener un contrato colectivo, como sucedió. Se decidieron por emprender la lucha por esta segunda alternativa y en una manifestación en la explanada del palacio de gobierno le exigieron al gobernador Félix Agramont Cota que adquiriera la maquinaria, instalara una empresa paraestatal y les diera trabajo a todas aquellas que habían estado en la huelga. El gobernador se negó rotundamente y emprendieron una lucha durante enero, febrero, marzo y abril de 1975 apoyadas principalmente por colonos de la Colina del Sol, por jóvenes de la preparatoria Morelos, de la Normal y de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en México.

El 5 abril de 1975 tomaría de posesión Ángel César Mendoza Arámburo como primer gobernador electo con la presencia del presidente Luis Echeverría Álvarez y las compañeras de ARDEMI se organizaron para abordarlo en algún momento; lo hicieron en medio de empujones y forcejeos, habiendo sido secuestrado por el ejército o el estado mayor un compañero solidario con la lucha de ARDEMI para tratar de frenar la movilización; el gobierno no logró parar la movilización ni con la represión, así que se vio obligado a comprometerse con las trabajadoras movilizadas que se formaría un empresa maquiladora paraestatal y se contratarían a las obreras que habían estado en la huelga.

26 de julio de 1975 conmemorando el primer aniversario de la huelga de Ardemi.

Comprometido el presidente de la república, una vez que tomó posesión Ángel César Mendoza como gobernador, se constituyó la empresa maquiladora paraestatal Confecciones de La Paz, S.A. de C.V. dónde entraron a trabajar las obreras que habían estado en la huelga, se constituyó el primer sindicato independiente que le llamaron Sindicato 26 de julio (antes ARDEMI) y firmaron un contrato colectivo de trabajo muy avanzado; un sindicato que fue ejemplo de las luchas independientes de los sindicatos en la entidad, que se mantuvo luchando hasta que el gobernador Víctor Manuel Liceaga Ruibal cerró sus puertas en 1987 y se liquidó para siempre el Sindicato de Confecciones de La Paz “26 de Julio” (antes ARDEMI), con la idea de abrir paso al proyecto maquilador de empresas extranjeras que conocimos de 1987 a 2003.

Las mujeres en lucha hasta el final…

La lucha de las compañeras del Sindicato de Trabajadores de Confecciones de La Paz “26 de Julio” (antes ARDEMI) fue ejemplar, ellas nos enseñaron lo que significaba la solidaridad y la ayuda mutua entre las organizaciones y la población pobre de La Paz, nos enseñaron que los trabajadores y las trabajadoras tenían dignidad, nos enseñaron a defendernos de los abusos laborales de patrones y autoridades, nos enseñaron que era posible organizarse de manera independiente de los patrones y del gobierno.

Cuando cerraron la planta en 1987, algunas de las compañeras de ARDEMI y de Confecciones de La Paz, pocas, entraron a trabajar a las nuevas maquiladoras y un reducido grupo de ellas con una enorme experiencia de lucha que tenían al encontrarse con nuevas obreras que se incorporaban a las nuevas condiciones de lucha, lograron formar el nuevo Sindicato independiente de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Maquiladora, el SINTTIM que tenía su sede en la Casa de la Trabajadora y del Trabajador, al amparo de un Centro de Investigaciones Sociales, Sindicales y Laborales como Asociación Civil (CISSLABORAL A.C.) donde actualmente se organiza el Archivo Histórico del Movimiento Social Sudcaliforniano (AHMSS)… pero esa es otra historia.

Hoy 26 de julio tendré la enorme dicha y alegría de reunirme con ellas [a la distancia por la pandemia y no como habíamos pensado que fuera en el Centro Cultural Ricardo Flores Magón como ha sido cada año para conmemorar ese acontecimiento de 1974 que marcó para siempre mi proyecto de vida en la izquierda sudcaliforniana desde entonces y creo que hasta el final así será… no sé por cuanto tiempo, pero así será.

Gilberto Piñeda Bañuelos… Tito para ellas.

Publicado el 26 julio, 2020 en Sin categoría. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.

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