FUENTE: http://www.proyectoambulante.org

México, DF. Diez jóvenes detenidos (siete hombres y tres mujeres y cinco de ellos menores de edad) y una estudiante de 18 años lesionada por quemaduras fue el saldo que dejó el intento de la toma de la dirección del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Naucalpan de la UNAM por alumnos que demandaban la reinstalación de seis de sus compañeros expulsados ayer.

Autoridades del plantel informaron vía telefónica que alrededor de las 19 horas un grupo de estudiantes se manifestó frente a la dirección y luego “lanzaron artefactos explosivos”, al parecer petardos, contra esas oficinas. De acuerdo con esa versión, personal de vigilancia impidió que los jóvenes tomaran la dirección, a lo que éstos “lanzaron proyectiles envueltos en fuego”.

Los directivos sostuvieron que la expulsión de esos jóvenes se dio debido a que el la noche del viernes pasado participaron en un enfrentamiento físico con vigilantes y profesores, cuando varios alumnos intentaron apoyar a un compañero al que no se permitió entrar al colegio porque “se encontraba en estado inapropiado”.

En respuesta a este argumento, estudiantes y los profesores Isabel Varela y Facundo Jiménez afirmaron que “en ningún momento se ha demostrado cuál era el estado inapropiado” y señalaron que las expulsiones son “una reprimenda” para quienes se han opuesto al proceso de “actualización” del CCH.

Los jóvenes aseguraron que los petardos fueron lanzados por los porros. Además que integrantes de la comisión de vigilancia y seguridad del plantel “sacaron a empujones y golpes” a los manifestantes para entregarlos a la policía municipal.

Los expulsados son: José Luis Ramírez Alcántara, Irene Pérez Villegas, Jessica García Ruiz, Luis Hugo Arratia Zárate, Stevens Gary Fernández Sariñan y Aland Rodríguez Martín del Campo.

La manifestación por la reintegración de los seis expulsados devino en un conflicto donde se reportó que la chica lesionada fue trasladada al Hospital de Traumatología del IMSS de Lomas Verdes, en Naucalpan, además que el plantel quedó vigilado en el exterior por policías municipales y la tensión al interior continúa hasta el momento.